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Por Silvia Naishtat.- Recién llegado de viaje y con la incógnita del resultado electoral, Kurt Heinlein, del grupo que lleva su apellido y pisa fuerte en el transporte de carga marítima, tuvo que preguntarle varias veces a su chofer sino se había equivocado. “¿Está seguro que ganó Vidal y que habrá balotaje?, insistía. Heinlein, que últimamente padece la disminución de exportaciones con valor agregado, apuesta a que gane quien gane, “tendremos el clima de negocios que se merece la Argentina y disfrutan otros países”, según dijo a Clarín. Martín Cabrales, en cambio, apuró varios café de su propia marca para mantenerse despierto hasta la madrugada y poder irse a dormir conociendo el resultado. “Siempre fui partidario del balotaje, permite un presidente más fortalecido en un escenario de alianzas y de diálogo”, deslizó.
 
Por cierto, el balotaje levantó ayer el ánimo de numerosos industriales. La poderosa Asociación Empresaria Argentina (AEA), fue la primera en tomar la iniciativa y expresarlo públicamente en un comunicado: “El ejercicio pleno y transparente del voto de los ciudadanos es la base imprescindible para consolidar las instituciones, favorecer el desarrollo económico y social, y promover la inserción de nuestro país en el mundo. AEA reitera su posición respecto a la necesidad de profundizar el diálogo en la búsqueda de consensos que nos permitan impulsar fuertemente el desarrollo económico y social”.
 
El entusiasmo por el balotaje ya se había percibido en el Coloquio de Idea, que se realizó en Mar del Plata hace diez días. Allí muchos apostaban a la segunda vuelta imaginando la necesidad de alianzas en un próximo gobierno abierto al “trabajo conjunto con el sector privado”. En IDEA también se percibió hacia dónde se dirigían las simpatías empresarias. A Scioli lo recibieron casi sin aplausos, a Massa lo elogiaron y a Macri lo ovacionaron.
 
Adrián Kaufmann, presidente de la UIA, celebró ayer la posibilidad del debate entre los candidatos y propondrá hoy en la reunión de Junta de la entidad un nuevo encuentro con Scioli y con Macri. “Estamos a disposición con nuestros equipos técnicos para cooperar”. La UIA ya presentó diagnóstico y propuestas. Y de acuerdo con Kaufmann, “Argentina tiene un enorme potencial pero enfrenta un camino lleno de desafíos hacia delante”, sintetizó a este diario.
 
Otros advierten, sin embargo, sobre un optimismo insensato por la cruda realidad de una economía estancada y con alta inflación, exportaciones que se derrumban y reservas reales en nivel crítico. En ese pelotón están quienes temen por la transición de aquí a diciembre y por el grado de cooperación o de hostigamiento que puede llegar a adoptar Cristina con su sucesor.
 
Tal vez por eso y con ese espíritu de anticipación que lo caracteriza, Eduardo Eurnekian organiza contrarreloj un multitudinario almuerzo el próximo miércoles 4 en el Alvear con la crema del mundo de los negocios. ¿El orador estrella? Será Sergio Massa que para los empresarios será quien incline, en definitiva, el fiel de la balanza.