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El Gobierno dejó para 2016 subas de gas de hasta 676%

El origen del problema data de abril de 2014, cuando se puso en marcha un incremento masivo en las tarifas de gas después de más de una década. En aquella ocasión, los ministros Axel Kicillof y Julio De Vido (Economía y Planificación, respectivamente), reacios a la palabra "ajuste", ensayaron una receta de ese tipo y la enmascararon bajo la fachada de un plan de ahorro de energía. Así, establecieron nuevos valores para las tarifas, con subas cercanas al 700% a partir de agosto de ese año. Esos aumentos, sin embargo, no se aplicarían a quienes redujeran una porción importante de su consumo. Ése es el punto clave: la normativa exige un ahorro del 20% por período cada año para esquivar las subas, algo impracticable desde el punto de vista de los consumidores.
La norma original también contempla que quienes ahorren entre 5 y 20% de su consumo cada año tendrán un aumento menor. Ese grupo tendrá el mismo problema.
Según los números de distribuidoras privadas a los que accedió LA NACIÓN bajo pedido de reserva, al menos un 40% de los consumidores está en esa situación. Es decir, registraron algún tipo de ahorro hasta octubre, de manera que entre abril y agosto del año próximo es muy probable que reciban facturas con un aumento sensible en el gas.
En otros términos: cada vez que un usuario ahorra, marca un nuevo piso para evaluar su consumo. Para los que registraron una merma de más del 20% este invierno y obtuvieron cuadros tarifarios sin aumentos, las posibilidades de lograr tarifas diferenciadas el invierno próximo serán sumamente complejas, ya que un nuevo ahorro del 20% implicaría una reducción del 40% de su consumo tradicional.
Una suerte similar tendrán aquellos usuarios que lograron reducir su demanda parcialmente y que por ello fueron reconocidos con valores tarifarios especiales. Es lo que les ocurrió a muchos usuarios este invierno, que habían ahorrado en 2014 pero recibieron una factura mucho más alta este año.
"Con el mecanismo propuesto de ir eximiendo de aumentos de entre 207 y 676% a los que consuman menos del 20% del año anterior llegamos al absurdo que, al cabo de unos años, para no tener aumento no hay que consumir gas. Si no consume, no paga la nueva tarifa", criticó el ex secretario de Energía Daniel Montamat.
Por su parte, Jorge Lapeña, también ex secretario de Energía, sostuvo que "el sistema tarifario del gas es absurdo desde hace años. Creo que hasta fin de año hay que tranquilizarse y no agredir más a los consumidores residenciales".
Un usuario que el año pasado consumió 1000 metros cúbicos (m3) de gas en un período de facturación y no fue alcanzado por las nuevas tarifas, pagó por ese insumo $ 177,133 (sin contar cargos adicionales que vienen en la factura). Este año, con el mismo consumo, ese componente de la boleta se fue a $ 760. En el caso de un denominado R3-4, un cliente de alto consumo, pasó de pagar $ 224 hasta el 31 de marzo del año pasado a $ 1608, 08, de manera que su tarifa se multiplicó por siete.

"Habrá aumentos de gas para quien no vuelva a ahorrar. Basándome en la lógica ?miniplacista' del Gobierno, con esos aumentos tarifarios sujetos a ahorro buscaba reducir la importación de LNG [gas licuado que llega por barco]. De lo contrario, no se explica que se haya complicado aun más el irracional cuadro tarifario actual", explicó el ex secretario de Energía Emilio Apud.
Sostener la tarifa sin aumentos se volvió cada vez más complejo para los usuarios este año. En el bimestre enero-febrero, por ejemplo, más de un 30% de la demanda se mantuvo dentro de los parámetros de ahorro. Pero en el período septiembre/octubre, esa cifra bajó al 26%. La explicación hay que buscarla en las temperaturas, ya que en los meses fríos es más difícil ahorrar.
La medida oficial buscó trasladar al usuario el costo de producir gas y reducir subsidios, una de las cuentas más onerosas del Estado, pero no llegó a las distribuidoras (las principales son Metrogras, Gas Natural Fenosa y Camuzzi).
La junta de Gobierno de la Federación de Acopiadores de Cereales eligió nuevamente a Fernando Rivara como presidente de la entidad, en representación del Centro de Acopiadores de la provincia de Buenos Aires.
“La baja de los precios internacionales de los granos y la actualización de costos nos colocan en una zona roja de la cual debemos salir de manera inmediata”, dijo el titular de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara.
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
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