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La orden de "defender los logros" que les bajó ayer Cristina a los diputados oficialistas no estaría siendo cumplida a rajatabla por los legisladores K. Hoy, para el arranque de la sesión, hubo ausencias notables: entre otras, la del duro Carlos Kunkel, más el santafesino Omar Perotti, la bonaerense Gloria Bidegain, el misionero Oscar Redzuk y los sindicalistas Carlos Gdansky y Oscar Romero.
 
Por eso, el oficialismo necesitó del aporte de un sector de la oposición para conseguir quórum. Lo logró cerca de las 12.30, por el aporte de ocho diputados de izquierda y progresistas: 3 de Unión Popular, 3 del FIT, 1 de Proyecto Sur y 1 de Libres del Sur.
 
Pero una vez comenzada la sesión y cuando ya se había aprobado uno de los proyectos más polémicos, el que prevé crear una sociedad del estado para Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, tres diputados K riojanos (Javier Tineo, Griselda Herrera y Teresita Madera) se levantaron de sus bancas y dejaron al Frente para la Victoria sin quórum.
 
La rebelión obligó a pasar a un cuarto intermedio hasta las 16. Según contó el sitio Parlamentario, hasta esa hora el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y la jefa de los diputados oficialistas, Juliana Di Tullio, negociarán con los ausentes para reanudar la reunión.
 
También le habría jugado en contra al kirchnerismo la salida de la bonaerense Dulce Granados, esposa del actual ministro de Seguridad de Scioli, que aportó para el quórum para iniciar la sesión pero se habría retirado por el casamiento de su hija.
 
Pese al pedido de la oposición, el kirchnerismo pretendía hoy aprobar cerca de 100 proyectos, pese a que está a sólo días de dejar el poder. Por eso, el grueso de los bloques anti K no entró al recinto y dio una conferencia de prensa improvisada, donde apuntó contra el oficialismo.