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¿En silo o en bolsa?

Ese panorama generalizado obliga a consultar a los especialistas en almacenamiento cuáles son los cuidados que se deben tener para que la calidad del grano no se vea afectada. Así, consultado el Ing. Agr. Rubén Roskopf dijo: “Tenemos que tener en cuenta que el almacenamiento de grano húmedo y dañado es riesgoso y si no se cambia su condición en cuanto a humedad la pérdida es inminente”.
En el silo
En caso de que el productor quiera almacenar su propia cosecha, el especialista del INTA Pergamino asegura que se debe tener en cuenta que normalmente los aireadores están diseñados para enfriar el grano y no para secarlos.
“Al enfriar el grano un caudal típico utilizado es de una cantidad de aire de 0,1 cm³ por tonelada y por minuto. Pero si queremos secar el grano, las necesidades son al menos 10 veces mayor en cuanto a cantidad de aire; y con 40 veces más de tiempo necesario”.
Con esos datos, Roskopf estima que si el productor quiere realizar estas prácticas debería agregar a los aireadores un quemador para poder calentar el aire y de esa manera bajar la humedad relativa. Y a eso deberá sumar un correcto monitoreo de la calidad del grano dentro del silo.
En la bolsa
Más complicada aún es la situación del grano almacenado en bolsas plásticas, pues su permanencia allí se reduce considerablemente.
“No se puede manejar el grano, aquí lo único que nos queda es prestar mucha atención a la calidad y el estado inicial del grano que vamos a meter en la bolsa. Si tiene alta humedad o está dañado, el almacenamiento debería ser estrictamente temporario. Si tiene alta humedad no debería superar los 30 días”, dijo Roskofp.
Además recomendó especialmente atención al monitoreo. Pues resulta imprescindible controlar el estado de la bolsa en la parte superior e inferior y si se encuentran roturas hay que taparlas inmediatamente.
“A eso hay que sumar una observación de la evolución de la calidad del grano. En eso debemos utilizar un calador y en una bolsa de 60 metros hacer al menos 10 caladas para extraer muestras que -según la experiencia del observador- deberíamos enviarla al laboratorio”.
Por otro lado, el especialista explicó que existe otra forma de control midiendo la concentración del dióxido de carbono, que es un gas resultante de la respiración de los hongos y los granos: “Conociendo esa concentración podemos inferir el estado del grano” dijo.
Siempre es necesario tener en cuenta la importancia de la calidad del grano, no sólo por su valor, sino también porque constituye la base alimentaria de la población y porque es un insumo en el proceso industrial del agregado de valor con beneficio para toda la sociedad.
La junta de Gobierno de la Federación de Acopiadores de Cereales eligió nuevamente a Fernando Rivara como presidente de la entidad, en representación del Centro de Acopiadores de la provincia de Buenos Aires.
“La baja de los precios internacionales de los granos y la actualización de costos nos colocan en una zona roja de la cual debemos salir de manera inmediata”, dijo el titular de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara.
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
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