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El Gobierno planea eliminar un subsidio que, aunque beneficiaba a un grupo de empresas, era clave para el poder que había acumulado el titular de la CGT, Hugo Moyano, con el gremio de Camioneros. Se trata de los ReFoP, un reintegro que cobraban las empresas por parte de los aportes patronales de trabajadores afiliados a ese gremio.

Los planes para eliminar ese subsidio, implementado por Néstor Kirchner en 2005, ya eran conocidos por las Cámaras transportistas. Pero ahora ya son las empresas que emplean a afiliados del gremio de Moyano las que empezaron a trazar nuevas estrategias ante la eliminación del subsidio, que ya dan como un hecho consumado e inmediato.

ReFoP es la sigla del Régimen de Fomento a la Profesionalización del Transporte de Cargas; en el acuerdo participaban el Gobierno, el sindicato de Camioneros y las empresas transportistas. Por ese régimen, las compañías que contrataban trabajadores afiliados al gremio de Moyano recibían reintegros por buena parte de los aportes que realizaban por los salarios de esos empleados.

Así, en la práctica, los ReFoP funcionaron desde su implementación en 2005 como un subsidio al salario de los camioneros sindicalizados. Eso permitía un abaratamiento para las empresas de los sueldos que Moyano negociaba para su sindicato y funcionaba a la vez como un incentivo adicional para que el gremio sumara afiliados. Además, para cobrar los ReFoP hacía falta el visto bueno del Sindicato. Por eso su eliminación implicaría un nuevo y duro golpe del Gobierno al líder de la CGT en el marco de la relación cada vez más tensa que mantienen. Hace escasos días, renunció a su cargo Jorge González, el alfil que Moyano tenía desde hace años en la secretaría de Transportes.

Según publicó hoy el diario El Cronista, en los niveles actuales, ese subsidio al sueldo de los camioneros representa para el Estado un gasto de entre 800 y mil millones de pesos anuales. Pero la deuda acumulada por retrasos en los reintegros sería de entre 1.200 y 1.500 millones de pesos, es decir, superior a un año completo.

El golpe económico para las empresas sería parcialmente amortiguado por el anuncio del lanzamiento de créditos blandos del Banco Nación para la compra de camiones de fabricación nacional por 400 millones de pesos.

Foto: Martín G. Alzaga